Cata de quesos a pasos del corral

@elenatandil

Las experiencias sensoriales, otra forma de hacer turismo rural

Nadie se va de Tandil sin probar una picada. Salame y queso forman la base indiscutible. Sin embargo, las variedades tienden al infinito.

En esta visita, Atypicos Tandil nos lleva a zambullirnos en el mundo del queso de oveja, una de las delicatessen que ganan terreno en la escena local de la mano de pequeños emprendimientos familiares. Apreciar el proceso completo, desde la cría de las ovejas hasta la degustación del queso a pasos del corral, es una de esas experiencia que se quedan en la memoria.
La visita comienza junto al corral de frisonas. Fabián nos cuenta cómo comenzaron con este emprendimiento que con el tiempo se convertiría en su principal actividad. Junto a un viejo almacén de campo, una majada de 50 ovejas en ordeñe proveen la materia prima con la que elaboran quesos, dulce de leche, yogur natural y otros productos que se venden en el lugar y otros comercios de la zona.

Bajo el nogal en verano o dentro del almacén en invierno, Romina guía la cata de quesos de elaboración propia. Con los 5 sentidos puestos en el queso y un ambiente familiar y campestre, se abren los corazones y el apetito. Luego sigue la picada, la charla, el brindis, las anécdotas y el postre. A esta altura, y alejados de los ruidos de la ciudad, perdimos la noción del tiempo.

El día finaliza con una caminata guiada por el pueblo, conociendo su patrimonio, su historia, las familias de origen y la vida en el siglo XXI. Después de la hora de la siesta, el cartel de la panadería se gira y por fin se lee ABIERTO. Las tortas fritas ganan la votación y se suman a la mateada.

mas info: Atypicos Tandil
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